Todas las mañanas lo mismo. El despertador suena, lo apagan y se dan vuelta. La cama los abriga pero es hora de salir. Otro día rutinario los está esperando. Se bañan, se cambian y salen. No funciona el ascensor. Vuelan por las escaleras. Abren la puerta. San Telmo esta fría. Se dirige a la esquina de Estados Unidos y dobla a la izquierda. Se dirige a la esquina de Estados Unidos y dobla a la derecha. Caminan al café de siempre. Suena un celular, lo atiende. Busca la billetera y se distrae. Se chocan en la puerta del café y por primera vez se observan. Se sonríen. No hay vuelta atrás.
Ya no sería un día más, rutinario como siempre, no.
Tatiana Aimé Michelena
sábado, 26 de mayo de 2012
Como me robaron el blog que tenía vuelvo a publicar todo lo que alguna vez escribí en mi juventud acá
Este era mi blog original http://profugosdepromesas.blogspot.com/2012/05/destellos.html
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